Upskirts nada nuevo bajo el sol.

La oleada de información en todos los medios y todos los días alcanza su punto más bajo en la industria de los chismes, pero todavía dentro de esta se encuentra la subdivisión de los upskirts, que no son más que los accidentes de guardarropa de las, en su mayoría, supuestas celebridades donde el vestido o la falda dejan al descubierto la entrepierna de algún famoso, junto a estos nos encontramos a sus hermanastros, los nip slips, ya que si los primeros dejan al descubierto la parte inferior estos últimos dejan al descubierto la parte superior, siendo que lo único que se desprende de esto, es un vistazo a los gustos personales de estas personalidades, es decir la preferencia de usar ropa inrterior o no, y, si es este útlimo el caso, que tipo de depilado se realizan o si prefieren la comodidad de evitarlo para evitar irritaciones y posibles infecciones producto del procedimiento de trasquilación, un placer pedestre, pero válido; además de que con ciertas excepciones, generalmente son las mismas las que incurren en dichos incidentes en momentos claves de sus vidas, es decir, cuando la gente está a punto de dejar de hablar de ellas, aunado a que el hambre ha hecho de los paparazzi un enjambre voraz y despiadado, que dispara el obturador con el fin de captar lo que sea que pudiera sacarlo de la miseria de su anonimato, violentando la intimidad de estas, en complicidad con la demanda de las imágenes. Han caído en esta lista, festiva para nosotros los caballeros y, probablemente, de vergonzante o anecdótica para las celebridades, gente como Mariah Carey, Madonna, Demi Moore, entre otras, así como estrellitas o socialités como  Tara Reid, Lindsay Lohan, Kim Kardashian, Paris Hilton, Eva Longoria, por citar algunas, lo cual genera una demanda importante de estas imágenes , más no significativo, que lo coloca como una opción de diversidad en el consumo entre el morbo y el erotismo.