lunes, diciembre 21, 2009

Sabor agridulce, aprueban matrimonio y adopción para parejas lésbico-gay.


La aprobación legislativa del matrimonio entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal parece reflejar un poco de ánimo progresista y se celebra, cómo no, el ambiente inclusivo a este menester en la cotidianeidad del pais, asimismo se aprobó que, esas mismas parejas del mismo sexo tengan el derecho a adoptar, y es ahí, en ese punto donde, en lo personal discrepo, me parece que un gesto que, en principio, pareciera de buena voluntad se ve muy sospechoso y con ganas de confrontar a la sociedad, incluso en políticas y (ojalá me equivoque) en crímenes de odio. Si bien, la figura del matrimonio no es otra cosa que la legalización del amor entre dos personas, no la existencia de este, se ve como un paso natural la aceptación del trámite para las parejas del mismo sexo, ya que sirve hasta para aumentar la base impositiva (impuestos, para no vernos muy gandallas) pero, a riesgo de ser criticado, me parece excesivo, de acuerdo al momento histórico-social en que vivimos, el aprobar el apartado de la adopción, y no es porque entre las parejas del parejas del mismo sexo no haya personas confiables, por el contrario, sino por todos los demás. Hay que admitir, que a pesar de todos los avances sociales en el mundo, nuestra sociedad aún es retrógrada, nos basamos en las apariencias, cómo te ves y quién eres es como te trato, y es ahí donde esta el problema, nosotros como sociedad, aparentemente, heterosexual en su mayoría somos prejuiciosos, por lo que este asunto de la adopción puede no ser sufrida por las parejas homosexuales, sino por los pequeños adoptados por éstas, que podrán ser presas fáciles del desprecio de una sociedad a la que todavía le falta un buen cacho que aprender en cuanto a tolerancia, presa de la doble moral y la poca educación real de manera formal. Esta forma innegable de violencia social provocaría en los pequeños serios desajustes en su desarrollo personal y social, y puede ser infligida aún a través de los hijos de las parejas heterosexuales, no hay crueldad sicológica más fuerte que la que se ejerce entre niños, lo que convertiría a los pequeños adoptados en auténticos parias. Si esto se hace con buena intención debe de VENIR ACOMPAÑADO DE UNA FUERTE CAMPAÑA INFORMATIVA Y EDUCATIVA A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE, ESOS MEDIOS DARÁN DE MANERA GRATUITA PARA DEMOSTRAR SU COMPROMISO SOCIAL, de otra forma me temo que tendremos escenas muy feas producto de un gesto legislativo MUY SOSPECHOSO, hasta con probables intenciones de echar para atrás todo con el pretexto de que la no viabilidad ante la amenaza de violencia social (pero no se echan para atrás decretos ilegales como el de la extinción de Luz y Fuerza), si esta aprobación no viene seguida de educación e información, serán los legisladores autores intelectuales de los actos u omisiones que resulten contra las parejas del mismo sexo y sus adoptados quienes todavía tienen que enfrentar la acometida de la Santa Madre Iglesia, que les acometerá con toda la fuerza de su poder mediático, así el Santo Hogar de los más divinos pederastras (que no lo son todos), intentará lavar sus culpas proyectándolas contra ellos, los feligreses debían de recordar que hay un personaje protagonista en sus ritos y misas y que se llama Dios, y según lo que predica su religión: Dios es amor. Por lo pronto se envía una felicitación a toda la comunidad lésbico-gay-bi, festejen y tómenlo con las providencias. BUENVENTURA A TODOS.

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