Les toca averiguar donde esta la "H" intencional. ¡Ah!, ya es marzo. Junto con el año nuevo, el solsticio de primavera es uno de los días más esperados, la promesa de mejores cosechas, de un mejor futuro, de un amor nuevo, de restituir al viejo (amor), de mejorar los ingresos económicos, añorar un ascenso, etc. Pero, aunado a todo lo anterior, tambien es época de reconocernos en nuestra naturaleza humana, de reconciliarnos con la vida y convivir con nuestros errores, esos pecadillos de la pecepción que nos han hecho meter la pata; de quitarnos esa barrera de intolerancia ante el error, de pensamientos erróneos (hasta en esto hay error) y lapidarios como los de pensar que cuando hay buena fe no hay error, de lo contrario, se presume mala fe; paranoias, escudos de personas que jamás habrán de admitir que se equivocan o equivocaron. El error nos proveé la maravilosa oportunidad de echar a andar los engranes cerebrales, de concebir métodos y formas de subsanarlo, en resúmen, de mejorarnos. Dicho lo anteriror, no quiere decir que se tiene que vivir una vida sumido en errores, no por el contrario, vivir procurando cometer la menor cantidad de errores posibles, pero sin la obsesión de pretender ser infalibles, porque, en caso contrario, el golpe a la autoestima puede ser devastador. El principio general es tener objetivos y personalidades dignas de admiración a nivel personal, pero en el entendido de que no puedo ser mejor que aquél que idolatro por la única y sencilla razón de que yo no soy ése, yo soy YO y solamente puedo superarme a mi, en un ejercicio diario, que no admite pausas. El ejemplo más claro de esto lo dan los niños que juegan (viven), se caen (yerran) y se levantan (sobreponen) para seguir jugando (viviendo), aún en la infinita ignorancia de los niños, las gran vitalidad de los mismos les hace sobreponerse para seguir disfrutando de la vida. El problema del error, es cuando permanece. Como cuando dejamos sin empleo a mucha gente en aras de sanear la administración de una empresa (como Luz y Fuerza de Centro), el error subsiste con el tiempo y no se subsana con pagos de liquidación, el desempleo sigue ahí y se empeora; tapar el agujero haciendo otro más grande y surgen expresiones de descontento, de desánimo, de coraje, ya no por el error en sí, sino por la inacción para remediarlo, por la apatía, el valemadrismo. Pero los errores han continuado en sucesos más recientes. En los EEUU, se dice que un niño dió indicaciones a las aeronaves en el aeropuerto, en especial, a un vuelo de AEROMEXICO, al cual indicó despegar, ya investigan el hecho. En Chile, los servicios de la Oficina Nacional de Emergencia, declararon que no explicaron a la Presidenta de aquél pais (Michelle Bachelet) la información sobre el primer terremoto que sacudió aquel pais, por lo que la mandataria anunció que no había alerta de tsunami, al día siguiente llegó el tsunami y siguió con la devastación de suelo chileno. Por lo pronto se anuncia por parte del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, que hay probabilidades de un sismo en las costas de GUERRERO, por acumulación de fuerza, no se sabe cuando, pero las probabilidades aumentan con el tiempo, así que a tomar precauciones, latas, pilas, radio, linternas, agua, enlatados, documentos a la mano y, ¡no dormirse encueraditos por vida de Dios!, a menos que estes muy bombón, los damnificados te lo agradecerán. No es mi caso, lástima. Así que hay que preocuparse por no equivocarse y si te equivocas, y tiene solución, estás ante una oportunidad de ser mejor. No lamentos y si a la acción. Bienvenido marzo y BUENAVENTURA para todos.
